¿Eres una persona generosa?
Si sabes de una familia de tu ciudad cuya casa se ha quemado, ¿reúnes ropa y artículos domésticos que necesiten y se los entregas?
Cuando golpea un huracán o un tornado destroza una ciudad, ¿decides enviar dinero para ayudar a la recuperación?
¿Has iniciado alguna vez una cadena de benevolencia en la cola de un restaurante cuando pagas el pedido del que va detrás de ti? ¿O has pagado la cuenta de una pareja en un restaurante por el puro placer de sorprender a gente que ni siquiera conoces?
Si es así, eres una persona generosa.
La generosidad, el acto de dar desinteresadamente en beneficio de los demás, es un rasgo profundamente arraigado en la naturaleza humana. Es una cualidad que no sólo enriquece la vida de quienes la reciben, sino que también aporta una inmensa alegría y satisfacción a quien la da.
¿Qué nos hace ser generosos, y cómo repercute esa generosidad en nuestro mundo?
¿Qué nos hace ser Generosos?
Aunque la generosidad está arraigada en la humanidad, no todas las personas de la Tierra la practican.
¿Qué es exactamente lo que nos hace generosos?
No existe un gen biológico de la generosidad, pero la ciencia apunta a ciertos factores que hacen que la gente quiera dar a los demás.
FACTOR UNO: Dar a los demás nos hace sentir bien, encendiendo los sensores de placer de nuestro cerebro.
A menudo se considera que la generosidad es un acto de desinterés. Sin embargo, los estudios revelan que la generosidad consiste tanto en beneficiar al dador como en ayudar a los demás. Nos gusta dar a alguien o a algo que nos importa.
Este acto de dar enciende regiones de nuestro cerebro asociadas al placer, la conexión social y la confianza.
Una de las razones por las que somos generosos es porque nos sentimos bien siéndolo.
FACTOR DOS: Las emociones positivas como la gratitud, la alegría o el asombro desencadenan nuestra disposición a dar a los demás y son factores que nos hacen ser generosos
Dar fomenta el bienestar propio Y el de los demás. ¡Es un ciclo positivo que beneficia al mundo! Cuanto más felices nos sentimos cuando damos, más probable es que volvamos a dar a los demás en el futuro.
Las personas felices crean un ciclo positivo de dar que continúa durante años.
La segunda razón por la que se cultiva la generosidad es porque, una vez que te sientes bien, es más probable que repitas el comportamiento que lo provocó.
«Una buena acción» provoca, sin duda, otra.
FACTOR TRES: La generosidad es modelada por otros
Algunas personas aprenden a ser generosas observando las acciones de los demás. Los padres, los mentores y las organizaciones sin ánimo de lucro modelan el comportamiento de los «dadores».
A menudo, cuando se observa el impacto de la generosidad, la persona comprende el poder de dar y quiere emularlo. A veces, lo ven como una responsabilidad que les han enseñado sus mayores.
Cómo el Mundo – y Casa de Sueños – se Benefician de la Generosidad
La generosidad tiene un profundo impacto en nuestro mundo. Fomenta una mayor inclusión, diversidad y comprensión, lo que en última instancia beneficia a la sociedad en su totalidad. Cuando retribuimos a nuestras comunidades, creamos un cambio positivo y construimos sociedades más fuertes y resistentes.
En ningún lugar es esto más importante que en las comunidades desfavorecidas y empobrecidas como los inquilinatos de Medellín, las mismas zonas a las que atiende Casa de Sueños. Casa de Sueños es la principal organización sin ánimo de lucro de Medellín para niños pobres y mujeres jóvenes maltratadas.
La generosidad de los donantes alimenta, educa y proporciona asesoramiento a quienes más lo necesitan. Las donaciones y la amabilidad de nuestros patrocinadores y voluntarios dan a los niños la oportunidad de una nueva vida, la comprensión de que el mundo es más grande que los inquilinatos y la esperanza de un futuro mejor.
Cuando te preocupes por el mundo, ¡mira la generosidad que te rodea!
Millones de personas son generosas. Practican su creencia en dar a los demás no sólo una vez, sino de forma rutinaria y a lo largo de toda su vida.
Las donaciones benéficas son un testimonio del poder de la generosidad. En 2021, particulares, legados, fundaciones y empresas donaron unos 484.850 millones de dólares a organizaciones benéficas estadounidenses. Esta cifra representa un crecimiento del 4,0% sobre el total revisado de 466.230 millones de dólares aportados en 2020.
Además, seis de cada diez hogares estadounidenses hacen donaciones benéficas en un año determinado, y las donaciones anuales del hogar típico ascienden a entre dos mil y tres mil dólares. Más del 80% de todas las donaciones a organizaciones benéficas y sin ánimo de lucro en EE.UU. proceden de particulares.
Casa de Sueños tiene donantes de todo el mundo, incluidos Estados Unidos, pero también de Colombia. Desde grandes empresas hasta donantes individuales, personas generosas están haciendo donaciones a esta extraordinaria organización sin ánimo de lucro orientada a ayudar a los niños y jóvenes que viven en los inquilinatos. Desde las grandes donaciones a las pequeñas; desde las donaciones periódicas a los regalos únicos, la generosidad de los demás no tiene precio.
¿Eres una persona generosa?
La generosidad es algo más que un acto de dar; es una fuerza poderosa que puede transformar vidas, comunidades y nuestro mundo. Se ha dicho que «nos elevamos levantando a los demás». Comprueba lo bien que sienta ayudar a los demás. Forma parte del ciclo de positividad que comienza donando a Casa de Sueños.