Los Niños Pobres de Medellín
Los niños que viven en los inquilinatos, tienen una vida dura. A menudo los dejan solos, sin supervisión y vagando por las calles. A veces, los encierran en habitaciones durante el día para mantenerlos a salvo mientras los padres trabajan. Con frecuencia pasan hambre, sin saber cuando comerán nuevamente. Rodeados de pobreza, delincuencia, alcohol, drogas y proveedores de comercio sexual, estos niños pueden verse arrastrados a una existencia sombría de la que es difícil escapar.
Imagine ser un niño pequeño que se enfrenta a esta soledad y miedo todos los días.
Ahora imagine que hay un lugar que acoge a estos niños, los cuida, los educa, les proporciona actividades sociales y les ofrece una base de fe cristiana que los elevará y les ayudará a construir un futuro mejor.
Eso es lo que hacemos. Casa de Sueños ayuda a los niños pobres de Medellín.
La fundación tiene muchas cosas que me gustan, pero mis favoritas son el cariño y el respeto que me dan, y lo amables que son.
– Madeline
Lorena Vásquez, la fundadora de Casa de Sueños, vio la necesidad de estos jóvenes que se enfrentaban a circunstancias muy difíciles. Lo entendía porque ella también había experimentado el dolor de crecer en los inquilinatos de Medellín.
Con perseverancia, dedicación y la guía de Dios, Lorena fundó Casa de Sueños, que ahora es la principal fundación sin ánimo de lucro para niños de Medellín. A lo largo de los años, Lorena desarrolló dos programas aclamados internacionalmente: Uno para niños y niñas de 6 a 12 años, llamado «Niñez en Familia». El segundo programa, «Una Mano en el Camino», está diseñado específicamente para mujeres jóvenes maltratadas.
Cómo el Programa «Niñez en Familia» Ayuda a los Niños Pobres
¿Cambiaría el futuro si los niños que crecen en los inquilinatos tuvieran orientación, educación, amistad, comida y fe?
Casa de Sueños sabe que así será y ha sido testigo de ello muchas veces.
El programa «Niñez en Familia» les ayuda a construir un futuro mejor.
Sólo se aceptan en el programa «Niñez en Familia» a niños que cumplen el requisito de edad, que viven en los inquilinatos y que tienen un padre o cuidador dispuesto a asegurarse de que los niños lleguen a Casa de Sueños.
Treinta niños están inscritos en el programa «Niñez en Familia». Quince asisten a la sesión de la mañana y otros quince a la de la tarde.
Nuestra profesora principal es Andrea, y además de planificar las clases en grupo, también proporciona planes de clases individualizados para cada niño. Si a un alumno le falta alguna habilidad, ella prepara materiales especiales para él.
Lo que más me gusta de la fundación es jugar con mis amigos y el cariño que me dan los profesores.
– Mateo
En este entorno de grupos pequeños e íntimos, uno de los mayores beneficios es que los niños se ayudan mutuamente. Si un niño es bueno en un tema, le ayuda a otro, fomentando una especie de tutoría entre iguales que ayuda a los alumnos a aprender más rápido y a terminar las tareas con verdadera comprensión.
Casa de Sueños proporciona libros e instruye a los alumnos en ciencias, matemáticas e inglés, además de lecciones bíblicas. El profesor y dos ayudantes, junto con otros voluntarios y miembros del personal, dan un ejemplo cristiano, amando a cada niño y fomentando el crecimiento de la fe.
También hay un psicólogo y un trabajador social que asesoran a los niños y les ayudan a recuperarse de los traumas emocionales que han sufrido.
Casa de Sueños Cubre Muchas Necesidades
Los niños reciben dos comidas al día en Casa de Sueños, lo que reduce el hambre que muchos de ellos pasaban antes. A medida que nuestra fundación crecía y era reconocida por su excelencia, más gente veía lo que hacíamos y empezaba a donar.
Cuando abrimos, no podíamos alimentar a estos niños. Ahora, gracias a los donantes, proporcionamos alimento, no sólo en el sustento mental y espiritual, sino también en el físico.
También planeamos y proporcionamos experiencias que estos niños nunca han vivido. Ir al cine. Visitar bibliotecas. Conocer universidades. Jugar con otros niños. Les mostramos que hay una vida plena y satisfactoria fuera de los inquilinatos.
«Me encanta la comida que nos dan y jugar con mis amigos aquí. Me encanta cuando jugamos fútbol». – Miguel
Queda Mucho por Hacer
Aunque nuestro programa de «Niñez en Familia» tiene éxito, aún queda mucho por hacer.
¿No sería maravilloso poder ayudar a más de treinta niños?
¿No sería increíble poder ayudar a niños mayores de doce años?
¿No sería fantástico poder ayudar a los niños menores de seis años?
Podríamos hacerlo con SU ayuda.
Usted puede ser un recurso vital para ayudar a los niños pobres de Medellín.
Puede ayudar a MÁS niños que lo necesitan.
Aliméntelos. Edúquelos. Nútralos.
Ilumine el futuro de niños que sin su ayuda no tendrían esperanza.
Done a Casa de Sueños.